¿Qué es el efecto Schadenfreude?

Con esto de la pandemia estamos aprendiendo muchas cosas. Sergio Gutiérrez ha escrito un tuit en el que dice que los del PP de la región, comandados por Paco Núñez, “tienen el efecto Schadenfreude”. El número dos de los socialistas de CLM se refería a la buena evolución del coronavirus en la región, con la menor incidencia de España durante el verano y siempre por debajo de la media desde hace un año. Sin embargo, el PP nunca se alegra de esta buena evolución porque “apuestan a que todo vaya mal” y se pregunta: "¿Tanto les cuesta ayudar o apoyar al bien general de CLM, reconocer el trabajo?”.

Schadenfreude es una palabra de origen alemán (Schaden, daño y Freude, alegría) que califica a las personas que se alegran por las desgracias ajenas, cuando otros cometen errores o sufren, son infelices o humillados. Los psicólogos encuentran varias causas en ese sentimiento de alegría por el daño del otro: sentir alivio porque no nos toca a nosotros; la envidia, la baja autoestima y la rivalidad.

En el ámbito político, un partido de la oposición, como ahora el PP, Vox o Ciudadanos, se alegra cuando las cosas van mal en España porque así tienen argumentos para atacar al gobierno que hacen responsable de todos los males. Por el contrario, si las cosas van bien en España, la oposición se siente defraudada porque interpretan que el Gobierno está haciendo bien las cosas y eso no pueden consentirlo porque quieren ocupar su lugar cuanto antes.

Es verdad que el PP de CLM ha dado muestras bastante claras de alegrarse cuando las cosas iban mal y muy mal con la pandemia y ha tratado de ocultar datos positivos como los que ha apuntado Gutiérrez. Su intención no ha sido otra sino tratar de demostrar, en cualquier escenario, la mala gestión del gobierno de García-Page al margen de su trabajo y de los resultados obtenidos.

En español, la palabra más cercana al efecto Schadenfreude, es “regodeo” y la contraria, “compasión”. Existen escuelas de pensamiento positivo que realizan cursos con lemas como “Yo gano, tu ganas”, que tratan de inculcar la felicidad propia por la fortuna del otro, escuelas basadas en la Mudita budista que enseña la alegría pura y verdadera, empática y solidaria con el bienestar de otras personas.

No estaría mal que algunos políticos se apuntaran este verano a una de estas escuelas porque en este caso el bienestar ajeno es el de los castellano-manchegos a los que pretenden gobernar, y cuanto mejor nos vayan las cosas, mejor para todos.

elObservadorDCLM